Los encuestadores han salido a defender su labor durante este proceso electoral, y aunque no coinciden en las razones que los llevaron, a la mayoría, a registrar mediciones preelectorales lejanas de los resultados del 1 de julio, argumentan que los electores cambiaron de decisión, falló la metodología o falló la ética de algunos. La divergencia entra la última medición de intención de voto previo al 1 de julio y los resultados registrados el pasado domingo, varía de agencia en agencia, aunque la mayoría le daba a Enrique Peña Nieto una ventaja superior a 10 puntos sobre Andrés Manuel López Obrador. Las encuestas más alejadas de los resultados electorales fueron Milenio/GEA-ISA, Grupo Fórmula/Con Estadística y El Universal/Buendía; por el contrario, UNO-TV/María de las Heras, SDPnoticias/Covarrubias y Grupo Reforma, resultaron las más cercanas, esto de los estudios monitoreados por la Encuesta de Encuestas de ADNPolítico.com Ricardo de la Peña, presidente ejecutivo de GEA-ISA y responsable de la encuesta patrocinada por Milenio, descartó la hipótesis de que entre el final de la campaña y el día de los comicios se hubiera dado un vuelco en las decisiones de los electores. "Veo muy poco lógico pensar que se haya dado un giro en los últimos días; varias encuestadoras venimos diciendo que casi nada cambia semana con semana; entonces, si venía muy estable no veo por qué haya dejado de estarlo. "Hay tal vez un problema de detección de los votantes reales respecto al conjunto de ciudadanos que entrevistamos", añadió De la Peña, quien es el responsable de esta encuesta que resultó la más alejada de los resultados electorales. 'INJUSTIFICABLE' Las explicaciones del encuestador no bastaron al grupo mediático que patrocinó los estudios de GEA-ISA, Milenio incluso ofreció una disculpa a su audiencia y anunció que se retirarían de la realización de encuestas electorales. "Editorialmente no hay justificación que valga", aseguró Ciro Gómez Leyva, director editorial adjunto de Milenio. Francisco Abundis, director de Parametría, cuya encuesta se ubica en el séptimo lugar de precisión (de 10) en el ranking referido, rechazó lo que llamó "un espectáculo" montado por los medios alrededor de sus estudios. "Los medios hicieron de nuestras mediciones un espectáculo mediático. Tal vez el mejor ejemplo es GEA-ISA con Milenio Diario: una vez que el espectáculo se acabó, el medio no asume responsabilidad y simplemente decide deslindarse del investigador, incluso ofreciendo disculpas. Fue el medio el que dijo que eran predicciones, no el investigador", acusó Abundis en un documento publicado en el sitio web de Parametría. FRENTE A LA BOLETA Francisco Abundis, de Parametría, explicóque el sábado anterior a la elección, la diferencia entre la primera y segunda fuerza electoral era de 10 puntos, y ya no de 15 como se publicó en la última medición preelectoral, información que no se difundió debido a la veda de encuestas que impone la legislación en los 3 días previos a los comicios. Jorge Buendía, responsable de la encuesta publicada regularmente en El Universal, dijo que parte de las diferencias entre las mediciones previas y los resultados electorales puede estar relacionada con los electores que toman su decisión en el último momento. "A una semana de la elección, 19% de los votantes tenía dudas de por quién votar", explicó Buendía en un texto publicado en El Universal. Roy Campos, director general de Consulta Mitofsky, rechazó que sus mediciones preelectorales sean un pronóstico. "Las encuestas midieron bien cómo estaban las preferencias pero no pudieron adelantar los cambios finales el día de la elección". Indicó que existen dos posibles explicaciones de las variaciones entre las mediciones de la mayoría de las agencias y los resultados electorales. "O las encuestas midieron bien como estaban las preferencias, pero no pudieron adelantar los cambios finales el día de la elección (...) o las preferencias en la semana previa donde se midió eran de 7 puntos como finalmente quedará, y a partir de ahí ya no hubo cambios, en cuyo caso todas las encuestas usando sus metodologías midieron otra cosa. "Entonces la pregunta es si se debe cambiar metodologías incluso a riesgo de violar criterios científicos que en todos lados se usan", señaló Campos. Adrián Villegas, director de estudios políticos y de gobierno de Ipsos-Bimsa, consideró que no fue sólo uno, sino muchos los factores que hicieron que las mediciones de la mayoría de las encuestadoras y los resultados de los comicios difirieran. El diseño y aplicación del cuestionario, el periodo de levantamiento de la encuesta, así como el diseño muestral, Villegas las mencionó como las principales hipótesis para explicar las diferencias entre mediciones preelectorales y los resultados de los comicios. La medición de Ipsos-Bimsa resultó, junto con la de María de las Heras, la más acertada sobre la distancia que habría entre el primero y segundo lugar de la contienda. ¿COPETEO? Andrés Manuel López Obrador en más de una ocasión durante la campaña, rechazó los resultados de las encuestas y dijo que eran parte de la propaganda política a favor de Enrique Peña Nieto. Josefina Vázquez Mota nunca descalificó abiertamente los resultados de estudios de preferencias electorales difundidos en medios de comunicación, pero en más de una ocasión dijo tener otros números; hacia el cierre de la campaña incluso dijo que "las encuestas no votan". Pasada la votación, Movimiento Ciudadano, uno de los partidos que postuló a López Obrador como candidato presidencial, acusó a las encuestadoras de haber viciado todo el proceso comicial, pues difundieron la opinión de que la elección estaba definida de antemano. Al fenómeno anterior los especialistas lo llaman "efecto bandwagon" (en referencia a la carroza de un desfile), "efecto arrastre" o simplemente "subirse al carro", y se refiere a que muchos electores quieren estar del lado de quien creen que resultará ganador y para sentirse parte de la victoria votan por quien consideran tiene más probabilidades de triunfo. La directora de Covarrubias y Asociados, cuya encuesta resultó la segunda más acertada del ranking, apuntó la falta de ética como una posible causa de que algunas encuestas se desviaran "tanto" de los resultados. "Sí pueden ser cuestiones metodológicas, pero creo que también son líneas editoriales: lo que el 'Peje' llama el cuchareo o el copeteo", dijo Ana Cristina Covarrubias. "¿Entonces cree que en alguna o algunas de las encuestas que se monitorean en ADNPolítico.com falsean sus resultados?", se le cuestionó. "Yo sí lo creería... que exista eso; incluso a mí me han hecho ofertas", respondió. Covarrubias detalló que una oferta se le hizo en este proceso electoral y que vino de gente que "no quería al Peje, pero que sí quería a Peña Nieto"; aunque aclaró que el ofrecimiento no se lo formularon "ni políticos, ni los medios". Más bien, confesó, vino de los defensores de algunos intereses económicos a los que prefirió no identificar pues, aseguró, le dan flojera los escándalos. Sobre esto, Adrián Villegas de Ipsos-Bimsa, consideró que la falta de ética pudiera existir en alguna agencia encuestadora, pero dijo no tener evidencias de ello. ACTORES POLÍTICOS Adrián Villegas, de Ipsos-Bimsa, consideró que el problema de fondo que enfrenta este gremio, el cual aceptó que saldrá mal parado de esta elección presidencial, es que ha sido convertido casi en un actor político cuando no lo es. "Ha sido un error que medios y políticos nos pusieran en el centro de la cancha a los encuestadores y a nuestros resultados. Me parece equivocado ponernos como protagonistas de algo de lo que no somos protagonistas: nosotros no predecimos historias, narramos cómo va la historia y tratamos de dar explicaciones de por qué va así", afirmó. "Hoy, hay más interrogantes que respuestas sobre lo que pasó y nosotros, como gremio, estamos obligados a hacer un análisis muy profundo para ver cómo podemos mejorar", sentenció Villegas. |
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