SIN LINEA ***Alcalde de Cancún no cumple, pero si exige más dinero José SANCHEZ LOPEZ EL desempeño de la policía uniformada en el municipio de Benito Juárez (Cancún, Quintana Roo), ya sea de seguridad o de tránsito, no sólo es deplorable, sino insultante para la ciudadanía a la que el director de Tránsito, EDGAR AMILCAR ALONSO PAREDES, cataloga como ignorante y la trata con la punta del pie. Pero eso no lo ve el presidente municipal JULIAN RICALDE MAGAÑA, que, irónicamente, anuncia pomposamente que va a depurar Seguridad Pública mediante un despido de 150 malos elementos de la Preventiva y Turística…¿y la de Tránsito? Pero…¿qué cree? para ello necesita cuatro millones de pesos para el finiquito, pues los 82 millones asignados por el programa del Subsidio para la Seguridad Municipal (SUBSEMUN), ¡no le alcanzan! Como implacable luchador contra la deshonestidad, JULIAN amenaza: "No nos tiembla la mano y seguiremos actuando. Todos los que no pasen los exámenes quedarán fuera". Y como si en el pasillo turístico del Caribe la situación fuera diferente, lo compara con el Puerto de Acapulco y "da gracias a Dios porque no tiene los mismos problemas". Vaya cachaza. Un ejemplo de que es una farsa su cacareada "depuración policial", es el de EDGAR AMILCAR, compañero de banca de JULIAN en la universidad, que encontró su "minita" en el Alcoholímetro, operativo que controla, en estado de ebriedad, desde alguna de sus cantinas favoritas, entre ellas "El Mar Sabroso", aunque también hay otros establecimientos --que tiene "a renta"-- y donde agarra tremendas guarapetas junto con IVANOVA POOL PECH y MAYELA SANCHEZ RAMIREZ, directora y subdirectora de Comunicación Social de Cancún, respectivamente. Es ofensivo que mientras AMILCAR, uniformado, con la patrulla aparcada frente al bar y con pistola al cinto departe alegremente con sus contertulias, decenas de automovilistas son interceptados en ilegales retenes por policías prepotentes y alcoholizados, bajo el argumento de "conducir en estado de ebriedad". Ya entrada la noche y como ya cerraron las cantinas, cambia su "cuartel de operaciones" a cualquiera de las casas de citas localizadas en la zona, una de ellas en la Súper Manzana 66, donde continúa la parranda y, desde luego, las extorsiones a conductores. Esa vida disipada, de acuerdo a señalamientos de sus mismos subalternos, provocan que EDGAR AMILCAR llegue siempre tarde y todavía incróspido a sus oficinas. Pero ello no obsta para que conste, pues su jefe inmediato JESUS AIZA KALUF sabe que si se atreve siquiera a llamarle la atención al consuetudinario dipsómano, tendrá problemas con JULIAN, así que para conservar el hueso, mejor se hace disimulado.***LA PREPOTENCIA TIENE MARCADO EN LA FRENTE UN ORGULLO ESTUPIDO .***AU REVOIR. |
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